jueves, 6 de noviembre de 2014

MI VECINDARIO

MI VECINDARIO

ESTO LES CUENTO.
Una mujer de avanzada edad subió
en media calle al bus que iba para el centro.
Se quedó entre el chofer y la registradora.
Cuando vio que todos la miraban.
Se quitó la ropa y se quedó en pelota.
Se llamaba Indolencia y no era pasajera.


ESTO LO HE VISTO YO.
Iban al frente dos grandulones musculosos
Y otros dos llevaba a cada lado.
Y detrás, entre los periodistas,
armados de cámara y micrófonos
Se veía a otros, de aspecto vigilante y asustado.
Caminaba despacio, sonriente,
dando declaraciones, saludando.
Nada le intimidaba.
No sentía en público cohibición alguna.
Se detenía un poco y para las cámaras posaba.
Era la descarada desfachatez en medio de la plaza.


ESTO OCURRIÓ
Un personaje indescifrable como disfrazado de travesti o no sé qué. 
Llegó altanero caminando y se posó en el hemiciclo.
Hizo a todos la señal de que callaran.
Y cuando había logrado el silencio más profundo.
Les gritó:
Yo soy la corrupción y ustedes mis hijos: corruptela.


YO LE RECONOCÍ
Nuevamente propuso su nombre para el Senado.

Con dinero del herario público pago los publirreportajes.
Se hizo retratar en el hospicio, en la escuela y en el sindicato.
Prometió disque un nuevo auxilio para el ancianato.
Contrató el mismo, la cena, las flores y la orquesta
De la supuesta fiesta que en su honor le organizaron.
Su secretaria llamó a los periodistas.
Y un estudiante muy piloso, de derecho,
Le redacto el discurso declamado.
El era la quintaesencia del descaro.

LA VI PASAR
Con ropa que parecía ser ajena.
Gesticulaba, adulaba y aplaudía
Obsequiosa imprudente, entrometida.
Asentía, afirmaba y repetía
Imitaba, aparentaba autoridad y cortesía.
Se abanicaba con aires de importancia y repetía.
Era sin temor a equivocarme
La enorme y atrevida ignorancia
En plena escena.


YO LO VI CON ESTOS OJOS.
Pisoteando la humildad de los paisano.
Desconociendo sus anteriores errores e injusticias
Ignorando el hambre y la desnudez
Que en derredor había,
Gastando a mano rota el presupuesto,
Contradiciendo sus repetidas promesas de campaña
Paseaba de traje oscuro y corbata reluciente
En carro oficial, con novia nueva,
Era el colmo. Señores era el Colmo.

YO SOY TESTIGO
Unos gritaban: ¡Oh!
Otros: ¡Qué es esto!
¡Por Dios!
¡Virgen Santísima!
¡Esto es inaudito!
¡Carajo!
¡Que le encarcelen!
¡Que le manden pa´lcarajo!
¡Para el carajo no: para la puta mierda!
Y la vergüenza proseguía desafiante.


León M.N. Nov. 5 de 2014.

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