viernes, 4 de septiembre de 2015







ALLÁ AFUERA




POEMAS








León Montoya Naranjo










2015




1.     LA GUITARRA.
2.     ALLÁ AFUERA.
3.     ¿SERÁ?
4.     EN MAYO.
5.     OBRA EFÍMERA
6.     OCURRENCIA
7.     RECATADA.
8.     ASIR
9.     LA VIDA






























1.     LA GUITARRA.
Sobre la pared,  no recostada, pendiendo.
De un clavo en la pared colgada.
Tachada por cinco cuerdas templadas  y una rota.
La guitarra espera la redención de una tonada.
En la pared como si fuera un crucifijo,
una fotografía vieja.
Como si fuera una litografía bella.
Simulaba ser espejo
y en  ella me miraba.
Ella esperando que la acariciara.
Atada a una cuerda,
colgada a un solo clavo como si se ahorcara.
Muda, silente, afónica.
Sobre la pared suspendida
envejecía la guitarra.
León M.N. Agosto 24 de 2015.


















2.     ALLÁ AFUERA.
He de mirar este paisaje cada día
Es esa mi misión para justificarle.
He de observar sus cambios sus retoques
nuevos destellos, sus cambiantes luces.
Sus guiños que son mensajes que descifro,
augurios, agüeros, profecías.
Cómo dejar este lugar que se engalana cada día.
Sé que viaja por todo el universo
y en distintos lugares colecciona para mí, regalos:
De países de norte me ha traído auroras boreales.
Y del desierto nubes doradas colectadas en Sahara.
Del Amazonas lluvias potentes, aullidos de monos,
color de loras y de guacamayos.
En los nevados colectó neblinas y escarchas cristalinas.
Y de los mares y sus acantilados me ha traído:
Rumor de caracolas, cantos de ballenas y sirenas.
He de leer en el paisaje cada día
los versos que más allá de estas montañas
entonan los poetas peregrinos.
Aquellos que como añosos troncos
ya forman parte del paisaje.

León M.N. 25 de Agosto de 2015.















3.     ¿SERÁ?

La luz precisa de un simple pétalo para ser rosa
y yo interponerme entre ella y la pared para tener silueta.
Y la rama del viento, para inventar la danza.
Y el fuego consumir la leña
para que la mazorca sea mi alimento.

¿Será verdad que Dios necesita mi oración para creérsela?
¿Y el demonio sólo que lo desconozca para condenarme?
¿Será…?

León M.N. Agosto 25 de 2015.

















4.     EN MAYO.
Los truenos de tormenta
recorren las montañas y saltan los abismos.
Se chocan con las  nubes y allí chisporrotean.
Diluvian  aguaceros.
Se cierran ventanales.
Las noches que se apuran
con oraciones largas a hora tempranera.
Plegarias que amedrantan.
Los dioses de los viejos que son muy vengativos, 
arruinan las cosechas tumbándoles las flores,
derriban los aporques y abren socavones.
Mi madre les suplica que aplaquen ya su ira.
Paredes se estremecen
y por la callecita las recuas se empantanan.
Tragadales de fango.
Reventones de rayos se ven por las hendijas.
Las velas con sus llamas chamuscan las chapolas.
Hojas de palma seca se quema como incienso
Y las jaculatorias, al rosario ensartadas,
me van adormeciendo, naufrago en pesadillas.

León M.N. septiembre 1 de 2015.









5.     OBRA EFÍMERA

Doblegó el sol los barrotes ferrosos de la valla.
En diagonal los extendió sobre el empedrado del sendero.
Logró que entre ellos se apoyaran
gotas de oro llovidas  desde guayacanes.

Con esa obra atrapó mis ojos
y colmó el espacio que para la emoción tengo vacío.
El gris mosaico del suelo cuarteado.
Las tensas astas tendidas de la reja
y saltando golosa como niñas
flores doradas y amarillas,
sobre un mosaico de ladillos grises.

Esta pintura reposa en mi recuerdo
después de que el sol recogió las astas de la verja
y las flores quedaron marchitas y adheridas
como perfume entre adoquines viejos.

León M.N. Agosto 29 de 2015.










6.     OCURRENCIA
Qué ocurre entre el follaje que crepita,
se mueve, tiembla, se mece, estremece y entusiasma.

Qué ocurre que hasta el viento corre,
los pájaros, cantan, saltan y revolotean. 
Y a mí me ataca un síndrome de suspenso y alegría.

Qué ocurre entre la fronda.
Es una escaramuza primitiva.
Se escucha como empedrada acequia
por la que empieza el agua
su indeclinable camino hacia la playa.

Qué es lo que ocurre en el jardín
bajo este azul sin nubes:
Ocurre nada grave, lo de siempre.
Lo que siempre está ocurriendo, que es la vida.


León M.N. agosto 30 de 2015








7.     RECATADA.

No necesite la belleza ser tan evidente para sorprenderme.

La encuentre yo tendida al sol sobre una tela de cualquier color,
y en los cambios de luminosidad que sol y tela se provocan en la tarde.

La vea en el asperjarse de la luz cuando atraviesa los follajes ralos
y danza ritmos dictados por el viento sobre el pavimento.

Me tope yo con ella allí en los espejuelos que salen y se esconden entre piedras
y vuelven a surgir llevados entre la hojarasca por el agua o por los peces.

La perciba en el verde del musgo que avanza sobre las paredes,
y en una telaraña templada al sol de la mañana donde se secan gotas de rocío.

Me detenga de mis ajetreos
cuando mis ojos tropiecen con ella en una mirada que apacigüe.

Entre por las hendijas de mi cuarto con el silbo del viento, de un pájaro
o un rayito de luz; o mejor si entra con todos ellos.

Que se quede conmigo y de la mano sigamos el camino
sin que nadie lo note, no quiero sobre ti, la sombría mirada de los celos.

León M.N. Septiembre 2de 2015.







8.     ASIR

Cómo llegar a ti tan suavemente
y asir tus redondeces
como se toma una copa de cristal muy fina
y hacer que imperceptiblemente
tan sólo queden en ella mis huellas dactilares.

Cómo llegar aquí tan cuidadosamente
y fincar sobre el paisaje mi presencia
igual como se toma entre los dedos una flor
y lograr que sólo me delate sobre el pétalo,
de mis pulpejos sus trazos dactilares.

Quiero llegar como el rocío que la brisa lleve.
Y que sólo el frescor sobre la superficie sea mío.
Que la humedad que por los poros te penetre,
reverdezca en floración y bienvenida.

Quiero pasar pero no pasar des apercibido
y  luego de pasar que  quede como testimonio:
la tibieza del sol de la mañana
y un silbo de viento entre juncales.

León M.N. Agosto 28 de 2015.











9.     LA VIDA

¿Qué es la vida, el tiempo, el viento, el agua…?
Una constante repetición.
Un transcurrir de igual compás
y misma melodía.
Una preñez y desenvolvimiento marcada por la luna.
Un obstinado suceder de soles con sus amaneceres y crepúsculos.
No más que brisa, viento, ventisca, remolino, tornado, torbellino.
Huracán, tempestad, tifón, ciclón y vuelta al viento.
Y a la humedad que se condensa en los musgos de los paramos
la neblina la torna sobre los pétalos rocío,
gotera  sobre la roca a ritmo de tambor y salta.
Es manantial que rueda y se acrecienta en arroyo, quebrada y río.
Por él vuelve a la mar, y llevada por el sol se eleva
y retorna como neblina a besar los frailejones en los páramos.
Como el Bolero de Ravel, la vida es una incansable procesión de luz.
Una tozuda danza de semillas que crecen buscando el sol
y mientras danzan mueren.
Un diluirse de colores en arreboles sobre las montañas,
Un despertar de cortantes cristales de luz en una gota de rocío.

León M.N. Septiembre 4 de 2015.