lunes, 30 de marzo de 2015


EN LAS PAREDES DERRUIDAS
Bajo cada costra de pintura rota por el tiempo,
resquebrajada a la intemperie,
como en folios milenarios,
puede leerse la historia de esta casa.

Y se me ofrece así de generosa.
Cada página de un color maduro como el vino,
Vulnerable al tacto,
Reluciente al sol y misteriosa.

Igual que en los enrollados pergaminos
se notan unas como ampollas secas.
Manchas de agua, de sol y viento.
Escritos dejados por los que ya se fueron.

Están allí las alegrías por los años nuevos
Los festejos patrios y los patronales.
La visita de la abuela lejana.
Y las guirnaldas por los matrimonios.

El seco soplo de las cinco de la tarde
hace que canten los goznes de las puertas
quejas de amor y despedidas
rezos de salmos al morir el día.

León M.N. marzo 13 de 2015.



martes, 17 de marzo de 2015

"¿Cuándo, exactamente, se forma un pueblo?"
Frase de un artículo de revista  abierta encima de una mesa.
La frase se caló en mi cabeza como si fuera mi sombrero.
Y luego, mientras avanzaba el día, taladró mi cráneo y se metió en mi mente.
"¿Cuándo, exactamente, se forma un pueblo?", repetía.
Han pasado varios días desde que esa frase quiso colonizar el sector de mis preocupaciones, la circunvolución encargada de desvelarme, de repetir la cantinela, de exponer las cuestiones que exigen solución antes de archivarse.
"¿Cuándo, exactamente, se forma un pueblo?"
Si he conocido algo que se asemeje a lo que pueda llamarse pueblo, es a Colombia, pero a mi entender, aun no se ha formado como Pueblo.
Esta en agüitas, está biche, muy jovencita todavía.
Pueblo no es lo mismo que poblado.
Ni es población, como sustantivo o como verbo.
Se asemeja un poco a nación, pero me parece a mí que no es lo mismo.
La Nación tiene organización y el “pueblo” no la tiene, no la requiere, no la necesita.
El pueblo se amontona, vota, lincha, grita y sale al desfile, a la posesión, al carnaval. Y estoy por creer que una montonera, no podrá conformar, ni pueblo, ni nación.
Y no tiene mucho qué ver con patria, porque sé que hay pueblos que no tienen o no han tenido patria, entonces debe ser algo distinto.
Hay patrias que no albergan pueblo, aunque sí muchos poblados y enorme población amontonada.
Y hay pobladores, hordas, tribus, individuos que vagan sin hallar su patria y de tanto vagar buscándola, y para justificar el que aun no la encuentran, la ubican en un Jerusalén remoto  y otros la ubican en un mítico lugar llamado: El Cielo, tanteando por cuál camino llegar a él, o buscando por cuál aparecerá la parusía.
Hay quienes como náufragos busca a Ítaca, se instalan en Comala y sueñan con construir a su Macondo.
No hay patrias huérfanas o patrias vacías a la espera de pueblos para ser adoptadas.
¿Pueblo, será comunidad?
Y ¿Comunidad será multitud, amontonamiento, unanimismo?
Para contestar a la inicial pregunta, me quiero desencartar de ésta manera:
Un pueblo se forma al ir compartiendo la utopía, aunque nunca podremos dar por terminada la tarea.
Pareciera que compartir historia, linaje y comprensión es la manera de plasmar el concepto que de pueblo se tienen, y fuera indispensable pertenecer a una cultura, haber forjado civilización.
Pero entonces pueblo y civilización serían lo mismo, y éstos a su vez lo mismo que cultura.
Hoy que estamos insertos en el bazar llamado globalidad, creo que van dejando de ser indispensables, los anteriores atributos, para sólo ser necesario el comulgar con la utopía, el empeñarse en construirla y mantener por siempre viva la esperanza.
Pero cuál esperanza: la mía, la tuya o alguna que compremos...
Y entonces, se excomulga a quien no comparta la utopía o el camino para llegar a ella. Otros voluntariamente se destierran y forman rancho aparte con vocación de verdadero pueblo y se llaman a sí mismos: Elegidos.
Para ser pueblo hemos de forjar civilización, esto es: compartir cultura. Pero creo que de tanto luchar hemos logrado convertirnos en monstruo que a sí mismo se devora. Hoy se habla de la cultura del café y también de la del vino y lo peor se habla de la cultura traqueta. Yo me destierro, no quiero ni ser del vino, ni del café, ni mucho menos un traqueto.
Quiero ser tan sólo un ser humano, no me quiero gastar mi corta vida buscando un cielo, e ir dejando en el camino un reguero de cadáveres y justificar mi acción porque ellos no sigan mi utopía y a raíz de eso declare yo que sean gentiles.
No existe Pueblo, ni Nación. Cultura y Civilización son entes desaparecidos antes de lograrse. Sólo queda la Utopía y ella es por definición: un plan, una idea, un proyecto tal vez irrealizable, pero no por eso deja de ser seductoramente humano el emprenderlo.

León M.N. Enero 15 de 2015.



miércoles, 4 de marzo de 2015

YO QUE CAVILO.

Hay asuntos como moscas o zancudos,
como avispas que rondan mi cabeza.
No me dejan en paz,
me mortifican.

Miro la historia y veo cazadores con piedras,
tejiendo redes, armando trampas,
llevando al monte y hacia las praderas,
cargas de flechas, lanzas y garrotes.
Van en busca de su comida y de la de sus hijos.

En otras ocasiones puedo ver centinelas sobre las murallas.
Apertrechados con mosquetes y escopetas
y hasta con ollas de manteca hirviente.
Su deber es defender la aldea pues huestes invasoras merodean.

A los primero los bendiga y si existe Dios,
que Él también hable bien de ellos.
A los segundo yo les agradezco.
Son valientes, cuidan de su prole y de su gente.

Pero en repetidas ocasiones,
aquí muy cerca de nosotros,
he visto, se han visto y los han pillado;
a unos disque salvadores,
adalides de la libertad y defensores de la vida,
sembrando los caminos de explosivos,
caminos que van a las escuelas y al mercado.

Dejan los patios de recreo, las huertas, las parcelas,
y los montes a donde las aves vuelas,
sembrados de minas quiebra patas.
¿Qué piensa usted de ellos…?
Yo por mi parte a esos los maldigo,
Son unos criminales.

León M.N. Marzo 3 de 2015

martes, 3 de marzo de 2015

ODA
Bendigo al trabajo y también que bienaventurado sea.
Y sea bienvenido el ocio que me regala de placeres sorprendentes.
Hoy a esta hora me le entrego, para disfrutar esta mañana
del sol que quiere poseerme.
Me abraza, me acaricia, me calienta, me conforta.
Me hace sonreír y hasta cerrar los ojos y rodar sobre el césped.

Qué sin el ocio imaginar pudiera.
Qué sin su compañía construiría luego.
Qué historias inventara.
Que reflexiones sobre la vida hiciera.

Abro las puertas a la noche.
De dos pilares guindaré mi hamaca,
también a deshoras me inventaré una siesta
y en medio de ella colgaré mis versos.


León M.N. Marzo 2 de 2015.

domingo, 1 de marzo de 2015

MI NIÑA.
Qué linda se te ve cuando con mi imaginación te pinto sobre el nimbo.
Estás allí quieta,  o jugueteas  con el viento y te me escondes
para luego aparecerme detrás de una arboleda florecida en algodones.
Qué linda que estás cuando el sol baña de rosa los cabellos que te invento.
Y luego te esfumas,
Más bien sobre el azul te azulas
Y quedan en el aire minúsculas goticas de tu luz chisporroteando.
Qué lindo cuando en las tardes de ocio jugamos al recreo.


León M.N. Marzo 1 de 2015