CAMPESINO COLOMBIANO.
Qué
elegir de entre tanto poder desear que se me ofrece.
Qué
degustar hoy.
Y,
para mañana qué reservar como sorpresa.
Por
qué optar que mis sentidos sacien.
Y
reposar de este buscar,
de
preferir,
paladear
y
saborear
buscando
novedad sin que se agote.
Satisfacer la ardiente gula que no declina
en
su afán de acaparar placeres.
Y
disfrutar lo que a mi lado encuentro.
Yacer
a pleno sol con este gajo de mortiños.
O a
la sombra de la percha donde el mirlo canta
mordisqueando
una guayaba
sorber
el jugo de los lulos
o la acides de las grosellas.
Seleccionar
de entre las diferentes mieles
que
en sus panales fabrican las abejas.
O
chupar la jugosa pulpa de la piña.
Masticar
hasta secar los hidratados canutos de la caña.
Y
dejar que me impregne y empalague
el
amarillo zumo de naranjas.
No
es mi montaña tierra propicia a los ayunos.
Ni
para la sobriedad florecen sus jardines.
Exuberancia,
fertilidad y robustez imperan
Donde
cuajan y embarnecen:
Chirimoyas,
guanábanas, papayas.
Selvas
de plátanos de todos los sabores:
Babanos, murrapos y guineos.
Cocoteros,
corozos, chontas, mil almendras.
Granadillas,
feijoas, maracuyá y también guamas.
¿Qué
elegir hoy para embriagarme
de
todo esto y más
que
entre tanto poder desear a mí se ofrece?
León M.N. Octubre 25 de 2016.
TENGO ENTRE MANOS
Envejecer
que es momento para el desapego.
Acallar
el apetito y ponerle frenos al deseo.
Es
saborear como meditación:
La
compañía, la música y el viento.
Los
aromas, las viandas y la charla.
La
luz, los colores y todo lo que vuela…, aun las nubes.
Es
mirar hacia atrás y perdonarse.
Y
mirar al frente con ojos miopes
llenos
de comprensión y tolerancia.
Es
esforzarse en no desperdiciar ni un minuto.
Mostrar
avidez por degustar la vida.
La
que nos llega a pequeños sorbos
suficientes
no más para mojar los labios.
Envejecer
es tarea a acometer parsimoniosamente.
León M.N.
Octubre 24 de 2016.
RELEVO
La incandescencia de la voz se ignora.
Se
inician igniciones que después de abrazar
se
ocultan en rescoldo
y
poco a poco con el frío mueren.
Y de
improviso como llegan los cantos con el viento.
Así
también los incendios que en el alma llevo.
Y
con el viento los inviernos
Y la
tempestad es ya llovizna…, cantinela…, lloro.
Hasta
la piel hemos de mudar como serpientes.
Blanco
mi pelaje y mustio.
Marchito
lo que una vez fue lozanía,
Silenciado
lo que antes hizo algarabía.
Adormecidos
los machetes y azadones.
León
M.N. Octubre 25 de 2016.
HOY POR HOY
De
mi arduo trabajo o de mi compulsiva lucha surja la imagen,
el
cuerpo surcado de tendones amarrados a músculos y huesos.
Portadores
de besos y caricias de amantes cuerpos que se abrazan.
Y de
la punta de grafito que tengo por estilo,
la
fuerza,
el
empeño,
la
tozudez por hacer que aquí, algo valga la pena.
Que
de aquí brote la alegría abonada con sonrisas.
Y de
mis hojas tachonadas y borrosas,
la
música que eleve mi palabra
y
logre iniciar la danza para celebrar un día más en esta orilla.
Que
ni esperanza, ni desesperanza pueda motivar
mi
palabra,
las
huellas de mi brocha
o las hendiduras que mi mano
apretada deje en la blanda tersura de la roca.
Sólo
quiero contagiar la serenidad que envido tener
y se
refleja, en la moribunda faz de los abuelos.
León M.N. Octubre 11 de 2016.