sábado, 17 de agosto de 2013

AURORA

AURORA
Sigues allí sobre los adoquines
Con tu silueta esbozada por el sol de la mañana.
Sosteniendo,  y entre las pecas de tus manos
El collar de cinco decenas de rocitas plateadas.
Sigue un diamante de sol en tu lágrima asomado.
Y todo el horizonte reflejado en tu sonrisa
Cuando recibes el abrazo de los nietos.
Sigues prestidigitadora
Tejiendo un arco iris en hilos de colores.
Sigues con tus risos dorados, casi rojos
Apresados por  una pañoleta campesina.
Extiendes al sol sábanas blancas
Escarpines, blusitas, pantalones.
Sigues con voz clarita, aguda pero queda,
Cantando, pasillos, bambucos y guabinas.
Sigues en el aroma de las cocinas montañeras
En las mesas servidas con manteles.
En el olor dulce de los postres de frutas y de leche.
Sigues en el amanecer cuando se abren las ventanas
Y sigues en el atardecer cuando se cierran.
Sigues aun cuando te hayas ido.

León M.N. Julio de 2013.


A LOS EXCITABLES

A LOS EXCITABLES.

No es que hayamos estado equivocados.
Es que hemos tenido una corta visión.
Bueno, no sé si corta, estrecha o reducida.
De todas formas no hemos visto todo el panorama.
Buscamos el éxito, lo cual es apropiado,
Pues buscar el fracaso, a demás se ser inapropiado
Sería enfermizo y muy equivocado.

Algunos logran ver el éxito en el dinero
Y unos cuantos lo consiguen.
Y lo consiguen a tal modo,
Que no les alcanza esta vida
Para disfrutarlo todo.
Y lo peor es que no han podido cargarlo,
Para llevarlo con ellos cuando han partido.

Otros lo ven en el reconocimiento y el aplauso.
En la popularidad, el estrellato.
Se condenan a sí mismos a permanecer sonrientes,
Bien vestidos y dispuestos al amor y la lisonja.
A desnudar su cuerpo y su alma al reportero,
A la cámara y a los reflectores.
No pueden, como yo, ir por la calle hablando a solas.

Hay quienes, muy pocos desgraciadamente,
Que lo creen encontrar al acumular conocimientos.
Estudian, leen, escuchan, e investigan.
Escriben, debaten, enseñan y hasta pontifican.
Y a los que creemos que ya lo han logrado,
Terminan por rebatir nuestras creencias
Diciendo que solo saben que no saben.

Nunca en la historia de la humanidad
Hubo hombres tan ricos como ahora.
Lo triste es darnos cuenta
Que nunca hubo tampoco tantos pobres.

Nunca hubo en la humanidad
Tantos bellos, artistas, cantantes,
Divos, divas, trapecistas, ilusionistas, saltimbanquis.
Ni tanta soledad, suicidios, y tantas lágrimas.

Nunca tuvo la humanidad a tantos sabios.
Tantos inventos, tanta industria y tecnología.
Nunca estuvo este planeta tan amenazado,
Tan cerca de desaparecer, junto con nosotros.

Pero por favor no desfallezcamos

Tenemos que seguir buscando el éxito.                                                  León M.N. agosto de 1023.

jueves, 8 de agosto de 2013




LIGIA

A ratos pareces como si no te hubieras ido.
Son  aquellos momentos cuando mi mirada se encuentra con la tuya,
Y tus ojos me sonríen con una alegría que te brota del recuerdo.

En otros momentos, sobre todo en aquellos en que tú mirar no se detiene.
Cuando no se refleja en otros ojos conocidos,
Te veo ausente y sólo tu belleza flota en esa bruma que difumina los retratos.

Te confías a la mano que te tienden.
A veces un poco sorprendida, inquieta, pero te confías.
Miras en derredor y, como siempre, descubres el desorden, lo mal puesto.

Y entonces parece que retornas, mamá, ama de casa.
Colocas en posición los cubiertos en la mesa y a todos nos ofreces servilletas.
Cierras los cajones medio abiertos y con primor doblas la ropa abandonada.

Sentada en el sofá eres señora que atiende la visita.
Cuando con tu mano peinas al perro que reclama tus caricias
Te invade la dulzura y siento que te evades en busca de tus hijos

Y estoy seguro que los imaginas niños aun,
Y por entre un jardín medio oculto en diáfana neblina
Te vas a buscarlos y al instante te extravías.

León M.N. agosto de 2013.

ESTAS ALLÍ




ESTAS ALLÍ

Parece que te irás
Y lo harás de igual manera que viniste.
Al final de una larga espera conocida.
En medio de un llanto mezcla de dolor y de alegría.

Ahora lo harás al final de una serena espera
Cuya fecha final nos es desconocida.
Sin duda también habrá lágrimas
Ojalá ninguna de dolor, ninguna de alegría.

Cuando llegaste hubo: visitas, regalos, felicitaciones.
Plácida espera en medio de bordados y mil preparativos.
Ahora que te irás y parece que lo anuncias.
¿Cómo desperdiciar algún momento para estar contigo?

Ese instinto de madre en tu mirar:
Acaricia, escucha, interroga, consuela y aconseja.
Ese don de buena amiga:
Abraza, besa, tolera y discretamente calla.

Estas allí, sonriente.
Pose y mirar de gran Madona.
Te miro en el contra luz suave de la tarde.
Y un pincel de perfumes te dibuja mirando la ventana.

Estas allí, plácida.
En medio de los otros, a los que miras complacida.
Creo que te sientes en tu casa, rodeada y segura.
 Sólo si el último se va, te duermes sobre las almohadas.

Parece que te irás.
Parece que anuncias tu partida.
Estás allí plácida y sonriente
Y mientras ese momento llega
Yo me quedo aquí y te hago compañía.


León M.N. agosto de 2013.



miércoles, 7 de agosto de 2013

TIEMPO OPACO


DEPRESIÓN.

La atmosfera pesada y el silencio
Una opaca claridad entre las sombras
O tal vez sombras menos densas
Por las qué vagar,
Aquí donde todo es sombra.

Un viento espeso y apretado, repta
Y asusta por entre lo que percibo como ruinas.
Estorbos sobre los que debo caminar.
Sólo consigo tropezar y palpo
Hollín, rescoldo frío o polvo de metal.

Las manos por delante.
Los dedos extendidos.
Desmesurados los ojos.
Y el torso  hacia adelanto
Como quien busca a tientas.

Y ese viento como lija
Entre las piernas que vacilan.
Y un apuro como de quien viene perseguido.
Rosado por un perenne dolor
Callado, incierto y sin expresarse en queja.

Un anhelo de muerte, como mujer ajena
Que no se debe codiciarse.
Querer desaparecer en el vacío
No dejar huella, ni dolor, ni biografía.
Volver atrás para no haber existido.


León M.N. agosto de 2013.

jueves, 1 de agosto de 2013

MEDITACIÓN

MEDITACIÓN
                Dedico esta meditación
                A quien la ha suscitado:
                A Elí, mi hermano.

Al menos mi pobreza es grande.
Tengo pobreza para dar y convidar.
Es tan grande mi pobreza,
Que para darle la vuelta necesito
Trescientos sesenta y cinco días.
Un año.
Y eso que a diario la camino.

Y, caminando al lado de mi pobreza
Me he encontrados cosas.
Cosas que ya quisieran poseer
Los desprovistos de pobreza.

Encontré por ejemplo:
Tiempo.
Tempo nuevecito, sin usar.
De ese que se necesita
Para quedarse tumbado
Sobre el pasto
Y a la sombra del puente
Ver cómo juega el sol
Saltando en el agua del arroyo.

Encontré:
Ecos.
Ecos vacíos.
Sin voces que los ocuparan.
No obligados a rebotar y retornar
Siete y hasta siete veces siete.
Mejor dicho: encontré el silencio
Que es como estar desnudo
Y frente a dios.
Para que él nos mire el alma,
Y nos haga el examen aquel
De los talentos.

A mí no tendrá nada que decirme.
Pues yo no cogí ni cinco,
 Ni cuatro, ni dos, ni uno.
Yo siempre he caminado
Al lado de mi pobreza sin talento
 Y sin talante.

También encontré:
La luz.
La luz pura sin estrenar, sin manchas.
De la que aun no se ha reflejado en nada.
En qué se iba a reflejar
Si nada había tenido.

Ahora tengo:
Silencio, tiempo y luz.

El silencio que encontré me sirve
Para pensar, y conversar conmigo.
El tiempo para escribir
Lo que he pensado.
Y la luz para alumbrarme
Cuando escribo.









León M.N. Agosto de 2013.