HURRA
Reconozco que me
he dejado llevar de mi lado pesimista, aunque en ocasiones no lo llamo así. En
veces digo que es mi lado realista.
Y al hacerlo,
veo el devenir, la historia, como una sucesión de nefastos ciclos repetidos.
O como una
espiran precipitándose en un hueco sin fondo del que nunca habrá salida.
Guerras, inconsciencia,
pillaje, corrupción. Siempre ha habido, sólo los protagonistas cambian.
Lobos con piel
de ovejas en todas las esferas de las sociedades de toda época que hemos podido
registrar y sin duda también en épocas anteriores a la invención de la grafía.
Guerra, inconsciencia,
pillaje y corrupción, ejercida cada vez con nueva y mejor tecnología, pero al fin y al cabo la misma
maldita corrupción.
El mismo andar
sobre un piso huidizo. Creyendo que avanzamos, cuando lo que avanza es el
paisaje que nos hemos pintamos para hacernos la ilusión de que vamos
progresando.
Pero hoy he
decidido decir: Basta.
Voy a dejar de
ser pesimista y gritaré de alegría por este nuevo día.
Grito mil
hurras desde mi azotea, pues hemos
salido a manifestar en defensa de los árboles y a pedir que encarcelen las
motosierras y las hachas.
Por qué seguir
derribando las perchas donde las aves cantan y los micos dan cabriolas o se
acicalan alumbrados por la luna.
Por qué seguir
quemando el bosque que cuida el musgo, que nutre los arroyos, si aun no hemos
podido fabricar el agua que es la vida.
Hurra por los
estadígrafos y los periodistas que han encontrado irrefutablemente que hoy
nuestra industria produce alimentos suficientes para nutrir a todo ser humano.
Hurra por los
estudiosos que están tratando de lograr que esos alimentos lleguen a la mesa de
todos los hambrientos.
Hurra por los
que predican, y uno más por todos los que practican la acogedora y
aleccionadora tolerancia con las diferencias.
Hurra por los
que legislan intolerancia con la corrupción y educación universal, de alta
calidad y gratis. Y un hurra con aplausos incluidos para los harán que esa ley
se cumpla.
Hurra por los
que meditando han encontrado que el agua es un bien común inalienable, un
derecho básico de todo ser viviente.
Y mil hurras por
quienes lograrán que así lo sea.
Hurra por los
que han descubierto que la esclavitud aun existe y hurra por los que han
decidido acabar con ella.
Hurra por los
que practican la solidaridad a cada día, por los que trabajan por que se borren
las fronteras.
Hurra por los
amaneceres de nubes coloridas sobre un
firmamento azul cerúleo que aparece detrás de copos de neblina.
Hurra por ese
sol que incendia la llanura y luego se hunde desnudo en mitad de la laguna,
acompañado de un coro de grillos, de monos aulladores y de ranas que imitan a
vaqueros.
Un hurra grande
por la música que es la más cercana referencia de que si es verdad que existe
Dios.
Y si es verdad
que Él existe, un fuerte hurra para que deje de mirarnos desde lejos y se venga
a ayudarnos a construir un remedo de su cielo aquí en la tierra.
León M.N.
Navidad 2013.