viernes, 29 de enero de 2016

TESORO
Hay en mi mesa de trabajo una hoja de papel que guardo como cosa linda.
Está impresa con bellas tintas en tonos claroscuros.
Y sobre ellas con caligrafía que me resulta original o nueva
trazos que estoy seguro,
para algún pueblo,
para algunas gentes,
deben tener significancia.
A veces me pregunto:
Para qué la guardo,
Paraqué la quiero.
Por qué razón no me deshago de ella
arrojándola el cesto de basura.
Y algo me insta a no darle tan ruda sepultura.
Quizás como a mí me sucedió,
otro la encontrará tirada al viento.
Y la recoja para envolver la compra
de la carne que va estilando sangre y agua
Sí eso hiciera, se perdería el poema que intuyo lleva escrito.
Sus colores,
tonos y diseño,
su textura, su brillo
y el enigmático resonar de la lectura de su texto,
hacen que no pueda prescindir de la promesa
que siento que me hace
cuando tentado tomo el pincel
queriendo hacer un bello trazo sobre su hermosa superficie.

León M.N. Enero 22 de 2016.




domingo, 24 de enero de 2016

Ocho poemas que envuelven un saludo

Ocho poemas que envuelven un saludo





YO
 El que he sido bien considerado.

Tanta misericordia de la que soy ungido cada día.
Bondadosas palabras que a mí son dirigidas.
Gentes, que según lo entiendo yo,
ya han encontrado el camino al cielo,
me invitan a seguirlo, con ellos,
o no les importa que lo siga por mi lado,
con tal que les otorgue el consuelo de seguirlo.

Y yo desde acá,
desde donde mis blasfemias silenciosas parten
buscando allá en lo profundo de la selva,
unirse al rugido de jaguares;
del jaguar, objeto del ritual que cura el miedo.
Del jaguar que no sabe bien sí lamer
la sangre fría sobre la piedra de los sacrificios
o la enardecida sangre del sacrificante.

Y mi drama es presenciado por los guacamayos
de vistoso plumaje que engalanan
la piel de las serpientes que vuelan agresivas
entre los pliegues  de la capa nocturna de los sacerdotes
que portan el cuchillo de obsidiana.

Apenas canta el alba las primeras notas del rocío,
que sobre las flores fija los colores,
en mí la desazón se despereza
y de la mano de la desesperanza
reanudo mi vagabundo caminar sobre profundos valles,
por estrechos cañones vigilados,
cuando el sol hace sonar su ardiente canto,
por los aviesos ojos de los cóndores,
que cada día engullen la carroña.

Dejo mi cuerpo a la vera del camino
y hecho pavesa de remordimiento,
desciendo en una fría corriente de las que hablan ronco
 y anuncian tempestades.

Ahogado por el humo espeso de tantos incensarios,
que no logra elevarse
por el enorme cargamento de tantas oraciones,
veo a los sacristanes contando en una larga mesa
las monedas de ofrendas, de diezmos y sobornos
por los que los sacerdotes consienten
que los ricos entren al reino de sus cielos,
por el ojo de una hermosa aguja,
montando camellos enjaezados
con la blanca piel de las ovejas.  

De tantas vidas que hemos de vivir
sólo una nos arrebatará la muerte.
La muerte de la que huimos asustados,
como si nos persiguiera una jauría de rabiosos perros.
La muerte que tal vez es la brillante entrada,
tapizada de olvidos y canciones,
a un perenne vivir adormecido en apacibles  sensaciones.

Evadiendo permanentemente
las horrorosas puertas de un imaginario infierno,
olvidamos la promesa de la salvación que nos hiciera
un bondadoso dios que se hizo crucificar para que el reino sucediera.

 León M.N. Dic. 23 de 2015.













CABAÑUELAS

Desde dónde viajará este viento frío que acaba de llegar
y hace que las ramas se estremezcan.
No sé de dónde habrá llegado
pero sé que ha venido a calentarse con éste ardiente sol
que desde que amaneció se ha instalado en los jardines.
Trae el frío de una noche que ocurrió allá arriba sobre el páramo.
Se acurruca entre los tibios setos
y agacha las ramas para arroparse en ellas.
Apenas se ha entibiado asciende de regreso a la montaña.
En remolinos de hojas y sonrisas, va levantando polvareda.

Llegó el silencio con color de viento,
trajo con él perfume de cañadas y girasoles de rocío fresco
que se cuelgan a hilos de luz que tiemblan en las lianas.
Fue interrumpido por los silbos tenues, azules, negros y amarillos.
Un emplumado coro derretido en gotas de zumo de naranja,
guayaba en pulpa y la azulada redondez de los mortiños.

Leo el mensaje de las cabañuelas que va y viene flotando entre las horas.
Que habrá neblina, alboradas y luceros.
Llovizna, ventiscas y aguaceros.
Soles azules precedidos por la voz de Venus
Y soles rojos incendiarán el firmamento.

Que brotarán nuevamente las semillas.
Y que yo espero, que su eclosión no necesite
de la sangre, ni del sudo salado
ni mucho menos de las ocultas lágrimas de sembradores.

León M.N. Enero 2 de 2016.










BAUTISTA.
He de nombrarte yo para que existas o para justificarte
Te daré nombre para conversar contigo
Y así poder entrar a tus secretos.
Te llamaré:
 Tierra, agua, niebla, lluvia,
Sol, calor y fuego.
Savia, sangre y sal
…Semilla
A ti, que te presentas firme, te he de llamar piedra
Porque tienes la esencia de los rayos.
Y a ti te cantaré, porque eres canción que vaga con el viento.

León M.N. enero 11 de 2016.





Y…QUÉ
Y qué si en su correr la noche alcanza al día
Y enamorada le regala serenata
Y cobijados de luna se entregan sus amores
Y qué si el día retrasa su alborada
Y de pronto la noche despierta en medio día.

Seguirán abrazados noche y día
Y entonces será el comienzo de otra era.
Que dejen ya de perseguirse
Que se detenga la carrera de las horas
Que llegue la quietud, la eternidad
Que de una vez por todas, pase el tiempo.

León M.N. enero 12 de 2016.



A UN VIEJO QUE CONOCERÉ.
No te habrás muerto,
Existirás aun.
Aunque no nos hemos encontrado.
Deberás llegar a ser mi otro corazón
pues te vi mirar las nubes.
Y lo hacías sin dejar de ver las piedras del camino.
Y cantar la canción que entonan sol y viento.
Dibujabas la ropa de robles, pinos y de cedros.
La dibujaste lamiendo los aromas
con un pincel de pensamiento.
En tu piel cubierta de profundos jeroglíficos
presentí aprender  de tu sabiduría.
Imaginé pacientes, lentas y silenciosas caminatas
en las que leeré directamente al sol
que es el alma que estoy seguro llevas dentro.
Sé que no has muerto aun y llegarás a ser mi amigo.
León M.N. Enero 13 de 2016


CALÍGRAFOS.

Grandes artistas aquellos que crearon las formas de la a.
Aquel que diseñó el danzante serpenteo de la s
Cómo pudieron sabios encontrarle forma al  sonido.
Qué decir pudiera yo, de aquellos que crecieron con el cobijo de otras lenguas
y que lograron graficar sonidos guturales, fricativos, tonales y oclusivos.
Rendidas gracias a los que permitieron que perduren hasta hoy
las distintas formas de dibujar las modulaciones con que se articula la oración:
Te quiero.
Grafiteros, muralistas o escribanos.
Calígrafos amanuenses de la poesía.
Sin que logre yo recitar lo que sobre la piedra, sobre el barro,
pergamino, papiros, amate o papel habéis exquisitamente dibujado,
me deleito al deslizar mis ojos
sobre cada una de las cimbreantes líneas de vuestros pictogramas.
Formas hieráticas o de cuñas, salpicadas en medio de hermosos, jeroglíficos.
Ideogramas o glifos que me hablan aun sin que yo pueda escucharles.
Artistas del mensaje.
Del saludo que se envía hacia el futuro.
Generosos amigos cuya obra de arte fue querer comunicarse con nosotros.
Leo sobre el códice del viento de mi tarde
la sensual  espiral de las volutas que hacia mí has dirigido.
León M.N. Enero 15 de 2016.




DE POEMAS.

El poema es un muchacho solitario
que en la clase se matemáticas se sienta en el rincón.
Seco, como el desierto y sin gestos, llora.
Sobre el vacío que hay entre la ventana
y las montañas que azulan a lo lejos
escribe una diatriba a la de trenzas rojas
que se va a negar a darle un beso.
En una vieja y empolvada maleta de cuero oscuro
empacará sus pertenencias y se irá sin rumbo.
Y cuando ya sea imposible que se detenga el tren,
volteará a ver a la muchacha
parada en el andén de la inexistente estación
y desde allí le mira.

El poema busca pretextos de llorar
O razones para justificar sus lloriqueos.
Se mete solo en las cantinas
se sienta frente a la mesa
junto a la cual hay una sola silla
acaricia la boca de la copa
se sumerge en el licor
y los amantes solos se lo beben.

El poema camina vagabundo en madrugada.

León M.N. Enero 15 de 2016.











EXPLORADOR
Será que me he vuelto más audaz.
Más arriesgado o menos resignado.
Qué mundos habrá que no hemos conocido.
Otras maneras de percibir y de sentir
que aun ni he soñado.
Hoy oí a una mujer que declaraba:
He vivido 37 años y aún no conocí la paz,
no sé qué es eso.
Un joven dijo a un reportero
que a los once años se enteró
que no podía ver colores.
Y un investigador dejó anotado,
que al ingerir el extracto de una planta
podía escuchar cantar la luz
y ver danzar a los colores.
Qué mundos habrá que yo no he conocido.
Antes de morir quiero experimentar la paz,
La verdadera paz, sin odios, sin temores.
Quiero volver a caminar los campos
y que de pronto me sorprenda
un coro de luz y junto a un bosque.
Bailar con los colores…
Qué mundos habrá que yo no he conocido…

León M.N. Enero 20 de 2016.