Ocho
poemas que envuelven un saludo
YO
El que he sido bien considerado.
Tanta
misericordia de la que soy ungido cada día.
Bondadosas
palabras que a mí son dirigidas.
Gentes,
que según lo entiendo yo,
ya
han encontrado el camino al cielo,
me
invitan a seguirlo, con ellos,
o
no les importa que lo siga por mi lado,
con
tal que les otorgue el consuelo de seguirlo.
Y
yo desde acá,
desde
donde mis blasfemias silenciosas parten
buscando
allá en lo profundo de la selva,
unirse
al rugido de jaguares;
del
jaguar, objeto del ritual que cura el miedo.
Del
jaguar que no sabe bien sí lamer
la
sangre fría sobre la piedra de los sacrificios
o
la enardecida sangre del sacrificante.
Y
mi drama es presenciado por los guacamayos
de
vistoso plumaje que engalanan
la
piel de las serpientes que vuelan agresivas
entre
los pliegues de la capa nocturna de los
sacerdotes
que
portan el cuchillo de obsidiana.
Apenas
canta el alba las primeras notas del rocío,
que
sobre las flores fija los colores,
en
mí la desazón se despereza
y
de la mano de la desesperanza
reanudo
mi vagabundo caminar sobre profundos valles,
por
estrechos cañones vigilados,
cuando
el sol hace sonar su ardiente canto,
por
los aviesos ojos de los cóndores,
que
cada día engullen la carroña.
Dejo
mi cuerpo a la vera del camino
y
hecho pavesa de remordimiento,
desciendo
en una fría corriente de las que hablan ronco
y anuncian tempestades.
Ahogado
por el humo espeso de tantos incensarios,
que
no logra elevarse
por
el enorme cargamento de tantas oraciones,
veo
a los sacristanes contando en una larga mesa
las
monedas de ofrendas, de diezmos y sobornos
por
los que los sacerdotes consienten
que
los ricos entren al reino de sus cielos,
por
el ojo de una hermosa aguja,
montando
camellos enjaezados
con
la blanca piel de las ovejas.
De
tantas vidas que hemos de vivir
sólo
una nos arrebatará la muerte.
La
muerte de la que huimos asustados,
como
si nos persiguiera una jauría de rabiosos perros.
La
muerte que tal vez es la brillante entrada,
tapizada
de olvidos y canciones,
a
un perenne vivir adormecido en apacibles
sensaciones.
Evadiendo
permanentemente
las
horrorosas puertas de un imaginario infierno,
olvidamos
la promesa de la salvación que nos hiciera
un
bondadoso dios que se hizo crucificar para que el reino sucediera.
León
M.N. Dic. 23 de 2015.
CABAÑUELAS
Desde
dónde viajará este viento frío que acaba de llegar
y
hace que las ramas se estremezcan.
No
sé de dónde habrá llegado
pero
sé que ha venido a calentarse con éste ardiente sol
que
desde que amaneció se ha instalado en los jardines.
Trae
el frío de una noche que ocurrió allá arriba sobre el páramo.
Se
acurruca entre los tibios setos
y
agacha las ramas para arroparse en ellas.
Apenas
se ha entibiado asciende de regreso a la montaña.
En
remolinos de hojas y sonrisas, va levantando polvareda.
Llegó
el silencio con color de viento,
trajo
con él perfume de cañadas y girasoles de rocío fresco
que
se cuelgan a hilos de luz que tiemblan en las lianas.
Fue
interrumpido por los silbos tenues, azules, negros y amarillos.
Un
emplumado coro derretido en gotas de zumo de naranja,
guayaba
en pulpa y la azulada redondez de los mortiños.
Leo
el mensaje de las cabañuelas que va y viene flotando entre las horas.
Que
habrá neblina, alboradas y luceros.
Llovizna,
ventiscas y aguaceros.
Soles
azules precedidos por la voz de Venus
Y
soles rojos incendiarán el firmamento.
Que
brotarán nuevamente las semillas.
Y que
yo espero, que su eclosión no necesite
de
la sangre, ni del sudo salado
ni
mucho menos de las ocultas lágrimas de sembradores.
León M.N. Enero 2 de 2016.
BAUTISTA.
He
de nombrarte yo para que existas o para justificarte
Te
daré nombre para conversar contigo
Y
así poder entrar a tus secretos.
Te
llamaré:
Tierra, agua, niebla, lluvia,
Sol,
calor y fuego.
Savia,
sangre y sal
…Semilla
A
ti, que te presentas firme, te he de llamar piedra
Porque
tienes la esencia de los rayos.
Y a
ti te cantaré, porque eres canción que vaga con el viento.
León M.N. enero 11 de 2016.
Y…QUÉ
Y
qué si en su correr la noche alcanza al día
Y
enamorada le regala serenata
Y
cobijados de luna se entregan sus amores
Y
qué si el día retrasa su alborada
Y de
pronto la noche despierta en medio día.
Seguirán
abrazados noche y día
Y
entonces será el comienzo de otra era.
Que
dejen ya de perseguirse
Que
se detenga la carrera de las horas
Que
llegue la quietud, la eternidad
Que
de una vez por todas, pase el tiempo.
León M.N. enero 12 de 2016.
A UN VIEJO QUE CONOCERÉ.
No
te habrás muerto,
Existirás
aun.
Aunque
no nos hemos encontrado.
Deberás
llegar a ser mi otro corazón
pues
te vi mirar las nubes.
Y lo
hacías sin dejar de ver las piedras del camino.
Y
cantar la canción que entonan sol y viento.
Dibujabas
la ropa de robles, pinos y de cedros.
La
dibujaste lamiendo los aromas
con
un pincel de pensamiento.
En
tu piel cubierta de profundos jeroglíficos
presentí
aprender de tu sabiduría.
Imaginé
pacientes, lentas y silenciosas caminatas
en
las que leeré directamente al sol
que
es el alma que estoy seguro llevas dentro.
Sé
que no has muerto aun y llegarás a ser mi amigo.
León M.N. Enero 13 de 2016
CALÍGRAFOS.
Grandes
artistas aquellos que crearon las formas de la a.
Aquel
que diseñó el danzante serpenteo de la s
Cómo
pudieron sabios encontrarle forma al
sonido.
Qué
decir pudiera yo, de aquellos que crecieron con el cobijo de otras lenguas
y que
lograron graficar sonidos guturales, fricativos, tonales y oclusivos.
Rendidas
gracias a los que permitieron que perduren hasta hoy
las
distintas formas de dibujar las modulaciones con que se articula la oración:
Te
quiero.
Grafiteros,
muralistas o escribanos.
Calígrafos
amanuenses de la poesía.
Sin que
logre yo recitar lo que sobre la piedra, sobre el barro,
pergamino,
papiros, amate o papel habéis exquisitamente dibujado,
me
deleito al deslizar mis ojos
sobre
cada una de las cimbreantes líneas de vuestros pictogramas.
Formas
hieráticas o de cuñas, salpicadas en medio de hermosos, jeroglíficos.
Ideogramas
o glifos que me hablan aun sin que yo pueda escucharles.
Artistas
del mensaje.
Del
saludo que se envía hacia el futuro.
Generosos
amigos cuya obra de arte fue querer comunicarse con nosotros.
Leo
sobre el códice del viento de mi tarde
la
sensual espiral de las volutas que hacia
mí has dirigido.
León M.N. Enero 15 de 2016.
DE POEMAS.
El
poema es un muchacho solitario
que
en la clase se matemáticas se sienta en el rincón.
Seco,
como el desierto y sin gestos, llora.
Sobre
el vacío que hay entre la ventana
y
las montañas que azulan a lo lejos
escribe
una diatriba a la de trenzas rojas
que
se va a negar a darle un beso.
En
una vieja y empolvada maleta de cuero oscuro
empacará
sus pertenencias y se irá sin rumbo.
Y
cuando ya sea imposible que se detenga el tren,
volteará
a ver a la muchacha
parada
en el andén de la inexistente estación
y
desde allí le mira.
El
poema busca pretextos de llorar
O
razones para justificar sus lloriqueos.
Se
mete solo en las cantinas
se
sienta frente a la mesa
junto
a la cual hay una sola silla
acaricia
la boca de la copa
se
sumerge en el licor
y
los amantes solos se lo beben.
El
poema camina vagabundo en madrugada.
León M.N. Enero 15 de 2016.
EXPLORADOR
Será
que me he vuelto más audaz.
Más
arriesgado o menos resignado.
Qué
mundos habrá que no hemos conocido.
Otras
maneras de percibir y de sentir
que
aun ni he soñado.
Hoy
oí a una mujer que declaraba:
He
vivido 37 años y aún no conocí la paz,
no
sé qué es eso.
Un
joven dijo a un reportero
que
a los once años se enteró
que
no podía ver colores.
Y un
investigador dejó anotado,
que
al ingerir el extracto de una planta
podía
escuchar cantar la luz
y
ver danzar a los colores.
Qué
mundos habrá que yo no he conocido.
Antes
de morir quiero experimentar la paz,
La
verdadera paz, sin odios, sin temores.
Quiero
volver a caminar los campos
y
que de pronto me sorprenda
un
coro de luz y junto a un bosque.
Bailar
con los colores…
Qué
mundos habrá que yo no he conocido…
León
M.N. Enero 20 de 2016.