sábado, 27 de octubre de 2012

LAS MANOS




LAS MANOS
Se empalman,
Se entrelazan, vuelan.
Nadan, navegan, reman.
Curiosean y de greda embadurnadas
Juegan al niño dios.
Hacen muñecos de barros
Los soplan y viven y les ponen nombre.
Les dan un paraíso,
Y si lo disfrutan demasiado, los castigan.

Las manos vueltas al cielo
Son suplica, grito de auxilio.
Vueltas al suelo
Entregan pan y bendiciones.
Abiertas en cruz contra la briza
Abrazan, acogen y disfrutan.
Una sola, empuñada y levantada
Es arenga, grito de batalla.
Así, distendiendo el de en medio y el índice
Señalan la victoria.

El índice solo señala el horizonte
Pero aprieta el gatillo.
Cuando al unísono
Del pecho se separan lentas
Dispararán flechas
Que silban, rasgan el aire y penetran.
El pulgar, según se exponga
Aprueba o desaprueba.
Y cuando desaprueba, aprueba la muerte
Es juicio inapelable.

Las manos hunden en la tierra
Los esquejes, los sarmientos.
Podan gajos ociosos
Riegan, cultivan y protegen.
Rozan la piel y la descubren tersa
Inventan el placer y lo prodigan.
Caminan, corren y discurren
Por la geografía humana
Descubren sus relieves
Descienden a sus valles

Y penetran sus selvas
Y al pulsar como en teclas
Despiertan una sinfonía
Un coro de urgencias
De reclamos, de quejidos.

Las manos como garras
Agarran la garganta y la estrangulan.
Abofetean la insolencia
Palmotean las espaldas
Y les dan aliento.
Enjugan el llanto de los ojos tristes
Recuestan al pecho y dan consuelo
Parten el pan
Y en forma de cuenco
Dan de beber  y enjuagan.

Las manos  no cesan de buscar texturas
Mecen el agua y acarician
En el pétalo el rocío.
Recorren palpando los peñascos.
Se enarenan en la playa
La empuñan y la dejan escapar al viento.
Reconocen la rudeza en la piel
De los troncos viejos y caídos.
El frío vivo de la seda,
El frío muerto en el mármol
Y en el exótico labrado de joya de marfil.

Las manos palpan el barro
Lo extraen de la veta
Que humedece la fuente.
Lo amasan como pan de trigo
Como si fuera un universo
Lo hacen girar sobre el torno
Lo moldean, lo ahuecan
Lo forman como vientre
De la tierra madre
Y hacen un ánfora
Donde amortajado
En algodones me sepultan
Y me devuelven
Al polvo de la tierra.                                                                                                        
  León M.N. oct. 2012.


CANTO ANONIMO





CANTO ANÓNIMO.

Tú la de frente abierta y limpia
Y de rectas y pobladas cejas
Sobre la amplia gruta donde viven
Tus grises y serenos ojos.

Tú la de piel tersa
Sobre firmes pómulos
De suave pendiente
Hasta tus labios rosa naturales.

 Sonrisa de núbil madre
  Amante experta
  De cuello largo dirigido al valle
                                                            De erectos y pequeños pechos
                                                             Apenas se relievan
                                                             Sobre desabrochado lino.
                                                            La de ágil talle
                                                            Que suave ciñe una correa.

                                                                                Larga y atlética pierna
                                                                                Desnuda se adelanta
                                                                                Dorado brazo
                                                                                Señala el horizonte.

                                                                                           Corto y dorado tu cabello
                                                                                           Aquieta la dorada diadema
                                                                                           Voy hacia ti Patria
                                                                                           Triste, indignado, decidido

León M.N. Oct. 2012.

viernes, 26 de octubre de 2012

DE QUÉ COLOR



DE QUÉ COLOR



Descríbeme el color
del firmamento, el lago y la distancia.
Y la neblina que oculta el campanario.
Las montañas lejanas.
Y  la opacidad presente en los ojos
llorosos de la abuela.

Del humo de un cigarro en el espejo.
Y del que se queda flotando en la cocina.
El del tul que cubre la cuna
y la cinta que lo anuda.

De la penumbra y la umbra
De la ceniza y el rescoldo frió de la estufa.
La mirada de esa niña y la del gato.

Una pluma sobre el césped.
La sombra nocturna de los musgos.
El de la llovizna en la mañana.
Una esquela de cuidada caligrafía.
Una lágrima que muere en un pañuelo.
Un trino repetido en el alero.

Descríbeme ese color
pues lo imagino el mismo.


León M.N. Oct. 2012.

jueves, 25 de octubre de 2012

LOS MEDELLINES


LOS MEDELLÍNES

De los Medellines que conozco
Unos me gustan más que otros
Y los que no conozco me sorprenden.
A los que conozco y me gustan los defiendo
A los que conozco y no me gustan los reprocho
Y a los que desconozco temo conocerlos.
Sé que hay muchos Medellines
Tantos como Paisas hay.
Pero hay muchas verdolagas.
Alguien dice que son más los rojiazules.
Hay el Medellín de Ospina Pérez
Y también está el de Miguel Ángel Builes.
El Medellín Guayaquilero ya se está acabando
Sólo quedan vestigios de él en el Café Málaga.
Y el Medellín de Berrío y Candelaria
Ya sólo lo habitan Lumpen medellinenses.
El de Lovaina ya lo olvidé y es de los que temo.
Y los Medellines donde se llega en metrocable
A veces los temo y a veces me sorprenden.
Desde que aquí vinieron los reyes Españoles
Todos nos creemos de sangre azul
No sólo los del Poblado y de Laureles.
Con los Parques Bibliotecas, nos volvieron ilustrados
Y con el Metro nos graduaron de Cultos Metropolitanos.
Qué verraquera home, esto es una chimba.
Aun que en alguno de los Medellines digan que es una chimada.
Los alumbrados del río le quitaron a Paris
El titulo de Ciudad Luz.
La Feria de Las Flores y el Carnaval de Río
Ya empataron
Medellín disque se parece a Nueva York
Pues aquí va a repetir Madona y luego
Disque la llevarán a rumbiar al Parque Lleras
Al otro día a desenguayabar en Rancherito 
Y por la tarde a pasear en Metrocable.

Pero de todas maneras el Medellín
donde yo vivo es una chimba.
Y el que no lo crea que se vaya pa´La Quinta Porra.


León M.N. Oct. 2012.



EL CADAVER


EL CADÁVER.

Quedó con los ojos abiertos.
Las  pupilas en todo el centro de sus irises
que ahora son de un rojo de sangre detenida.
Aun sendas lágrimas los navegaban como a lagos quietos.
Y sé que se secarán pronto en forma de gris tela.
Opaca, sin brillo, como telaraña.
El bulbo de sus ojos era de un blanco agrisado.
Sus dientes superiores quedaron en posición
de querer morder una manzana
o de querer decir la te de: Te quiero.
Le quedaron muy blancos, como teñidos con cal.
La sangre bajo su piel se quedó quieta, detenida.
Como se detiene un río cando lo represa un derrumbe.
Queriendo desbordarse y antes de hacerlo
se convierte en laguna muerta, detenida.
Los pliegues de su piel fueron tomando
las diversas tonalidades del carmín,
del rojo, el fucsia y convergerán al violeta.
No brillantes, eran colores que enfrente a mí morían.
Y esa sangre seca traspasó sus poros.
Se esparció como polvo, como herrumbre de metales.
Y sopló un viento gris y formando un remolino
Y se llevó ese polvo como de ladillos.
Lo llevo hasta el cerro y allí lo dejó
regado en el camino.
León M.N, Oct. 2012.



martes, 23 de octubre de 2012

ALFARERÍA


ALFARERÍA

De greda, arcilla y barro
La masa de suelo puesta sobre el torno
El ánfora para guardar el agua
Y el filtro que la clarifica.
La vasija colmada que sacia la sed del que regresa
La urna relicario de cenizas del que parte
La jarra para dar de beber al convidado
La redondez para el fermento de la fiesta.
La copa para brindar con primitivo vino
El cáliz de la chicha Maya
La jofaina para los lavatorios
La olla que cuece los frutos de la tierra
El plato para el pan de maíz, cebada o trigo
 De greda, arcilla y barro
Los adobes que mezclados con paja
Y moldeados con sueños de hogar
Se secaron al sol en el verano.
Los ladrillos en el chircal pisados
Formateados con primor en enrejado
Y cocidos al horno adquirieron timbre de campana.
De greda, arcilla y barro
La tapia apisonada que fue creciendo
Y palmo a palmo le dio forma a la casona
El bahareque que con cañas y bejucos
Resguardaron del frío, al fogón y al hogar
Lo que es lo mismo.
De greda, arcilla y barro
Las tejas por donde enruta el humo
Sobre las que llora el cielo
y regala su lágrima al aljibe 
Y se visten de musgo gris en el invierno.
De greda, arcilla y barro
Las lozas de éste patio solariego
Desde donde veo pasar:
Recuas de mulas
Aves que migran
Puntas de ganado
Carretas al mercado
Caravanas gitanas
romerías
Y entre los matorrales
Supuestamente camuflados guerrilleros.

León M.N. oct. 2012.

LOS RECUERDOS LLEGAN


LOS RECUERDOS LLEGA

Los recuerdos en abril
Como un vientecillo juguetón
Se arremolinan
Se van por los rincones
Levantando: trocitos de papel,
Retratos caídos, esquelas arrugada,
Servilletas con labios de mujer.

Como si se abriera un baúl
El ático o el zarzo.
Como cuando se arreglan los armarios
Que encuentras bellas prendas
Pequeñas joyas
O un regalo aun envuelto.

Los recuerdos
En las tardes de sol dorado y tibio
Te llegan a lomo de una nube
Cabalgando en un trino
Jugando escondidijos
Entre la hierba que se mese.

Los recuerdos
Prefieren vivir pegados a una canción
A una ventana de barrotes
A un andén con ladillos quebrados
A un balcón con azaleas
A un parque con fuente
Y con puesto de helados.

Los míos prefieren los tangos, los bambucos
El aroma a café nuevo y también a vino
Me llegan mucho también con aguardiente
Estando sentado en un taburete
Recostado a una pared
Cuando se mira sin mirar
Como alelado.

Los recuerdos son la mejor compañía
Nos llegan cuando estamos solos y los necesitamos
Llegan y nos conversan
Nos dicen que estuvo bien lo hecho
Y lo omitido.

Que aquello fue muy grato
Y no tan grave como entonces lo pensamos
Aquello que nos hizo llorar,
o trasnochar o entristecer.
No, no fue tan grave.
Los recuerdos nos llegan no tienes que invitarlos
Ellos nos llegan.

León M.N. Oct.2012.


lunes, 22 de octubre de 2012

ARENGA



ARENGA

Salid a fuera todos los indignados
Y lograd que se indignen los indiferentes.
Marchad por los caminos, no en las plazas.
Allí los cambuches de los desplazados
La casa del gamín y el indigente
El rincón del mendigo, la estación del buhonero.

Y en la fuente monumento
Los barcos de papel y el pozo de la Samaritana.
Las calles para las carretas de los que venden frutas,
flores, hortalizas, helados y refrescos.

Para que paseen los amantes con la luna.
Para que jueguen golosa las niñas de delantal
Y tiren trompos y piropos los niños de la escuela.
Mientras tras las cortinas espían las madres, las abuelas.

Apedread al fiscal falso, no a la Magdalena.
Lapidad a los jueces que inventan pruebas
Y retrasan los procesos, no a la amante que adultera.
Sí al que adultera el contrato, la noticia y el decreto.

No acudáis más a lo convites de Epulón y su sarta de lisonjas
Sus ruedas bursátiles son un juego de azar, Ruleta Rusa.
Si hoy caéis en la trampa de sus créditos
Mañana te dejará sin techo, sin herencia.

Bajad del púlpito al de sotana negra
Que asusta con su infierno y condena a los maricas.
Quemad los seminarios guaridas de pedófilos.
Que los niños canten en los parques
y no entre incienso en los coros de románicos arcos.

Dejas que las niñas asoleen sus torsos y sus piernas
Y no las acariciéis si no sois invitados.
Miradlas como fruta que madura lento
Y cuidadlas, así mereceréis su miel en la cosecha.

Callad el discurso del balcón y también en la tarima
Por dios, no más Cristos y sus lejanas promesas
Que el cielo está también aquí, como el infierno
Junto a mí y junto a ti cuando te plazca.

Sacad de su guarida a los indignos.
De sus palacios y los salones de cocteles.
De sus mentiras, de entre sus firmas falsas.
De sus despensas colmadas producto de sus robos.
De sus fincas de recreo construidas
Con extraña arquitectura sobre la ruina
De las parcelas que araron los bueyes y el abuelo.

Fusilad a los profetas y proscribid sus profecías.
Saludad a los maestros y propiciad su experimento
en la huerta, en el corral, en el taller y el lienzo.
Que busquen la esquiva verdad con la curiosidad de un niño.
Y la publiquen a los cuatro vientos como un himno.

Desterrad a los terratenientes de terreno inculto.
Engrilletad al que la selva tala y derribó los nidos y panales.
Envenenad con mercurio y plomo
Al que contaminó la fuente con su sucio
Escavar las entrañas de la madre tierra.

Condenad a pan sin agua al que dañó la fuente
El manantial, el humedal y el sumidero.
Enterrad entre escombros al que desecó el pantano
Y al que bota la basura en la laguna.

Y a los que posan de víctimas y codician fruto ajeno
Abofeteadlos en la plaza pública, y amarrados, en fila india
Llevadlos al baldío y vigilad que abran el monte
Labren la tierra, y con la coa hecha de macana
Preñen la tierra con la semilla del maíz
Y pacientes esperen su cosecha.
                      
                                         
                                                                 


 León M.N. Oct. 2012.