lunes, 10 de noviembre de 2014

DE LA SERIE: COLOMBIANÍAS

SEÑOR GOBIERNO: EXPLÍQUEME POR FAVOR, QUE ES QUE NO ENTIENDO.
¿En el proceso de paz se ha analizado lo que está ocurriendo en el campo?
El pecio de la tierra en el campo se está viniendo abajo, afectando directamente el patrimonio de quienes han sostenido precariamente el agro, contra todas las dificultades de orden público y de abandono del estado.
Los dueños de la tierra no ven claro cómo un ejército, vencido en las mesas de la Habana y una policía que dio su pecho a las balas y sus piernas a las minas quiebra patas, van a defender ahora a nuevos vecinos, terratenientes que sólo han practicado la guerra durante décadas.
Explíquenos por favor, cómo es que el ministerio de justicia, el IMPEC, el ministerio de educación se van a aliar para resocializar a expertos en explosivos, en extorción, en collares bomba, en burros bomba, en niños bomba, en emboscadas, en reclutamiento de menores, en practicar abortos a niñas violadas o abusadas como servicio a la causa revolucionaria. Y cómo es que nos van a lavar el cerebro para que paseemos con esos nuevos vecinos cogiditos de la mano.
Cómo se van a asociar y con qué metodología van a convertir a estos personajes en ciudadanos, en vecinos, en compadres, en socios, en compañeros de trabajo, en negociantes honorables y decentes, respetuosos de las leyes que antes violaron.
Cómo es que nos vamos a sentar en las mesas de las juntas de Vecinos, de la Acción Comunal, de las Juntas de Padres de familia de la escuelita, en el Concejo Municipal o en las Juntas administradoras de distritos de riego o en el sindicato de las futuras empresas agroindustriales y cómo es que vamos a deliberar civilizadamente con gente que no sabe sino mandar a matar.
Y cómo es que van a olvidar el autoritarismo que dan las armas para imponer su voluntad.
Y cómo es que humildemente van a tomar en cuenta la opinión del modesto agricultor que no sabe hablar ante la prepotencia del poder de la fuerza frente a de la razón?
Señores de la Cámara y el Senado, Señores del Gobierno, Señores Periodistas, Señores Analistas, Señores Académicos, Señores Políticos, Señores Inteligentes, explíquenos por favor.
No entiendo; y algunas de las cosas que no entiendo son:
·         ¿Cómo se le perdona al que no pide perdón?
·         ¿Cómo convivir en paz con quien me extorsionó, raptó a mis hijos, violó a mis hijas, incendió ni cultivo y mi casa?
·         ¿Cómo compartir con quien me obligó a vivir de lo que lograba mendigar en un semáforo, cuando fui dueño de huerta casera y ordeñaba a diario mi vaquita. Si, mi vaquita la que ellos me obligaron a matar para comérsela luego de que mi esposa y mis hijas, obligadas por ellos, la cocinaron con el bastimento que me obligaron a traerles de mi sementera?
·         Explíquenme por favor, ¿cómo se logra vivir en paz, luego de que ustedes la firmen allá en la Habana. Cómo se logra eso? Porque yo de verdad, quiero la paz.
·         Yo que fui criado entre Padre Nuestros y Ave Marías, no entiendo, ¿cómo alguien que vivía del negocio lucrativo de la coca, o de la mina de oro clandestina, o de la extorción, o las vacunas; por arte de magia, luego de que ustedes firmen la Paz, se a ir a jornaliar por veinte mil pesos diarios, llueve, truene o relampaguee? Ni que fuera tan gu...
·         Si dicen que vivimos en una democracia; que los que siguen a las guerrillas apenas representa el 1% de la población; que los guerrilleros son 7.000, no entiendo por qué carajos disque se tiene que gastar el 20% del PIB de la Nación: 60´000.000.000.000,oo, ¡sesenta billones!, en arreglar la casa para que ellos no sigan jodiendo? No entiendo.
·         No entiendo cómo es que los señores del gobierno, creen que los 7.000 guerrilleritos, les van a entregar las armas, cuando dizque al ex comisionado de paz, ahora fugitivo, le entregaron los paracos, escopetas hechizas y un arsenal de armas inservibles delante de testigos internacionales y frente a toda la prensa mundial. Cuando toda una brigada del ejército y no sé cuántos policías no logran desarmar las pandillas de un solo barrio de Medellín, que siguen delinquiendo con las armas que escondieron los paracos desmovilizados. No entiendo.
·         No entiendo si con los representantes de esos 7.000 de las FARCs están haciendo la reforma agraria que afecta a 47 millones de colombianos; qué van a firmar con las más de 400 bandas criminales y con los Elenos, y los otros y los otros. ¿Qué les van a dar a ellos?
·         No sólo no entiendo, sino que no tengo ganas de obedecer ninguna ley que vengan a imponerme los nuevos legisladores salidos de las filas de quienes, desde el día que nací en 1948, han llenado mi triste vida de miedo, zozobra, incertidumbre y dolor.

En mi juventud tuve amigos que tomaron las armas detrás de ilusiones pintadas por Fidel, Ché, Camilo y otros. Los acorralaron, se entregaron, los perdonaron y les dieron pasaporte y dólares para reinstalarse, a otros disque les dieron beca, casa y carro, a otros disque finca. Y yo seguí en mi joda, me saqué el tabaco y volí a escupí.
Más tarde me contactaron para invertir en un disque negocio muy seguro. No era sino poner la plata y disque si se coronaba me volvía millonario. Como a mí eso de mandarinas para el otro lado no me ha gustado, porque pienso que los papás de los gringuitos sienten lo mismo que los papás de los   Chibchombianitos… me saqué el tabaco y volí a escupí.
En otra ocasión, disque estaban invadiendo la finca de un señor ya finadito y que los hijos la tenían en pleito y que no era sino que entráramos en gavilla y cercáramos el predio que quisiéramos, que cómo éramos tanto los avivatos, el INCORA (ahora INCODER) terminaría por escriturarnos el pedazo de cada quien. Yo cómo siempre fui tan miedoso para robar… me saqué el tabaco y volí a escupí.
Otra vez el cuento fue: qué si quería ir a pasiar a las extrajas, me arreglaban lo de la matricula de  mis hijos en la universidad, con tal que entregara por allá no sé dónde, un paquetico. Pero como mi mamá, alma bendita, me decía que no me juntara con malas compañías… Yo, me saqué el tabaco y volí a escupí.
En otra ocasión, cuando me echaron de la empresa en la que había trabajado 15 años, disque porque ya estaba muy viejo (50 años) ya estaba muy costoso y con la tercera parte de mi sueldo pagaban un Dotorcito más estudiao y aberracado, quedé en la calle. Claro que me indemnizaron. No me alcanzó para terminar de pagar el crédito del apartamentico y del carrito que la empresa me había hecho. Terminé perdiendo techo y carro y viviendo de las limosnas de la familia que afortunadamente somos muchos y muy piadosos. En esta oportunidad no tuve ni con qué comprar tabacos pa´volvé a escupí.
Me dijeron entonces que disque mis problemas se acababan si viajaba por todo el continente llevando de aquí pa´ allá y de allá pa´ca , unas platicas ajenas. Pero como yo me tengo tanta desconfianza pa´decir mentiras, mejor… me saqué el tabaco y volí a escupí.
Pero como a todos los votantes, electores y gu… de esta patria también me invitaron a hacerle campaña al nuevo Senador que sería la redención de todos nuestros problemas y eso si lo hice: Caminé, pegué afiches, organice, sancochos, choclolatadas, manifestaciones, reuniones de vecinos, repartí camisetas, gorras, volantes y cuando ganó mi candidato, me mandó a decir que no me podía dar trabajo, pero que me iba a regalar una casita. Que no era sino que me declarara desplazado de yo no sé dónde, que me inscribiera en el SISVEN, que pidiera protección a la justicia y no sé cuantas mentiras mas. Que el gobierno iba a regalarle casa a toda la pobrecía, desplazada, víctima del conflicto, a las minorías, Etc. Que no era sino que me camuflara entre esa gente y me adjudicaban la casita. Y que si no me gustaba la casita, él me mandaba a un amigo de él para que me la comprara bien comprada y yo me quedaba con la platica. Pero como ya les dije: yo me tengo mucha desconfianza para decir mentiras, lo único que pude hacer fue que: Me saqué el tabaco y volví a escupí.
Les pido el favor que publiquen las listas de víctimas del conflicto, las listas de las minorías que con tanta verraquera defienden ustedes. Minorías negras, amarillas, indígenas de todas las diferentes jerigonzas, gays, lesbianas, travestis, transgenero, madres cabezas de familia, guardabosques, desplazados,  magistrados, senadores, jueces, altas cortes; para ver si en alguna de esas aparezco yo. Pues a mí se me metió en la cabeza que yo soy un desaparecido, un espanto o un falso positivo.

Señores de la Cámara y el Senado, Señores del Gobierno, Señores Periodistas, Señores Analistas, Señores Académicos, Señores Políticos, Señores Inteligentes, explíquenos por favor.
¿Si será que porque se firme la paz allá en La Habana, vamos a poder vivir en paz? Que eso es lo que yo siempre he querido.

Ahora soy yo el que me tengo miedo, pues no sé si esta vez seré capaz de sacarme el tabaco y volvé a escupí.

El Bobo del pueblo.

Abril 17 de 2013.

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