ENVÉS
En medio de una sombra anochecida, inundación de oscuridad
en el silencio.
Gotas sordas del gong y el pentagrama
circular se expande,
Detrás del mismo espejo en que la
noche se refleja.
Lentas las dunas recorren el
cansancio.
Bajo sus huellas, las ruinas de un
desierto.
Qué otra cosa puede ser la ausencia
de un oasis sin pozo, ni palmeras.
La soledad, y la tristeza avanzan.
Se buscan y consuelan
En la grieta por donde cae
despeñado un precipicio de ilusiones.
En la proa un perro negro alerta
sus orejas,
Y de proero el viento como fantasma
musculoso ladra.
Roncos los remos sobre la fatiga
arremolinada en agujeros negros.
Falanges alargadas sobre el
diapasón
Pulsan cuerdas de las que cuelgan
ahorcadas la esperanza, la fe y el porvenir marchitos.
Grises, desacompasados y disonantes
son sus versos.
Colgajos de campanas doblan a
muerto en el vacío
Por el que vagabundos pasan las
quejas y reclamos
Y el llanto gredoso que brota del
fondo de las cuencas negras.
León M.N. mayo de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario