AUTOEXAMEN.
Hay momentos en que después
de pensarlo un poco,
Contesto: sí,
o
no.
Rotundamente.
Sin más consideraciones.
No me planteo:
Apelaciones,
circunstancias,
atenuantes.
Ni lo vuelvo a pensar.
Sigo en mi sí,
o en
mi no.
Y no sé yo si eso me hace
bien.
Pero pareciera que no me hace
mal.
Otras veces, en cambio:
definir,
determinar,
juzgar,
o
concluir,
es todo un conflicto.
Una maraña
de posibilidades.
Un perenne temor a ir a errar,
Un miedo atroz a herir.
Definitivamente para ser juez:
soy un cobarde.
Y eso no me hace bien a mí
Pero tal
vez si a los demás.
Y ni eso puedo afirmar
rotundamente.
LEÓN M.N. Dic. 26 de 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario