domingo, 21 de septiembre de 2014

Señor Oscar Collazos.
Como casi siempre lo hago, hoy leí su columna en El Tiempo. Tengo que confesarle que ese tema del SOY CAPAZ, me suena a cantaleta, a slogan publicitario barato, a demagogia ventijuliera, pero aun así como usted escribe bien y (estemos de acuerdo o no) quiere a éste país, lo leí.
Para mí los escritos de los columnistas son como una conversación, si incluyen su correo, yo les respondo o les doy mi opinión.
En su columna, para darle a conocer lo que yo pienso, me tomé la libertad de Sustituir: El soy capaz, con que empieza cada verso y reemplazarlo por: Me comprometo, y sin modificar su texto original, le agregué en letra roja elementos que a mi juicio hacen más creíble y radical su propuesta.
Presentándole mis disculpas si lo que hice le molesta, lo invito a leer la variación que hice sobre su texto que tituló:
POR LA PAZ.
NO SÓLO SOY CAPAZ.  ME COMPROMETO
Me comprometo a declarar renta y patrimonio sin ocultar utilidades y bienes y pagar cumplidamente mis impuestos.
Me comprometo a  repatriar los capitales que he haya guardado en paraísos fiscales.
Me comprometo a poner precios justos a mis productos y de no aliarme con mis competidores para mantener precios altos de mis mercancías.
Me comprometo a denunciar a los acaparadores, los usureros y a no patrocinarlos al comprarles.
Me comprometo a investigar el origen de los dineros de mis clientes antes de abrirles cuentas en mis bancos, Utilizando los medios que el estado disponga para esto.
Me comprometo a no negociar con ladrones, con reducidores, con lavadores de dinero, con chantajistas, ni con nadie que yo sepa que es un delincuente.
Me comprometo a  reducir la alta tasa de interés a préstamos bancarios y de subir el bajo interés a depósitos de los ahorradores. Luego del juicioso análisis que autoridades éticas de la economía que declare la viabilidad de este negocio.
Me comprometo a no depositar mi dinero en las cuevas de alguno de esos cuarenta ladrones.
Me comprometo a no especular con dineros ajenos y de no poner en peligro la plata de los ahorradores.
Me comprometo a evitar que en mis programas de inversiones se introduzcan elementos que produzcan injusticias sociales, y si esto llegare a ocurrir, me comprometo a resarcir el daño que sin querer haya causado.
Como usuario de de bienes y servicios, me comprometo a no dejarme joder y a asociarme con otros que tengan el mismo compromiso, pero siempre por los caminos de la ley.
Me comprometo a invertir sin que mis inversiones produzcan daños colaterales en la gente humilde,y si esto llegare a ocurrir, me comprometo a resarcir el daño que sin querer haya causado
Me comprometo a  preferir al pobre, en detrimento de mis amigos ricos, cuando se trate de entregar ayudas y estímulos del sector público a proyectos productivos. Sin olvidar que es obligación respetar el patrimonio público, que no es para los amigos, que este debe invertirse allí donde produzca mayor beneficio social a corto, mediano y largo plazo y nunca para hacer regalos así sea a los pobres o a los menesterosos. De lo contrario, si fuere negligente, me comprometo a resarcir el detrimento que acuse al patrimonio público.
Me comprometo a construir edificios sólidos y seguros que no pongan en peligro la vida de sus habitantes, y si esto llegare a ocurrir, me comprometo a resarcir el daño que sin querer haya causado
Me comprometo a construir viviendas de interés social que sean dignas de las personas que las habitarán. Entendiendo por dignas: las más bellas, cómodos, ecológicas y sostenibles, que en concurso abierto entre las facultades de arquitectura e ingeniería, hayan ganado.
Me comprometo a rechazar el chantaje de los criminales y de no contribuir con mis vacunas a su fortalecimiento militar, Social o el que sea.
Me comprometo a nunca pagar o a  aceptar (si fue que lo hice) que pagué cuotas regulares (o esporádicas) a organizaciones fuera de la ley para que combatieran a las que me extorsionaban.
Me comprometo a denunciar a funcionarios públicos que me piden comisión para concederme un contrato, o para reconocerme lo que como ciudadano merezco o que solicito.
Me comprometo a decir y sostener que la paz negociada es preferible a la paz que se conquista por las armas. Negociación en la  haya entrega de las armas por parte de grupos fuera de la ley. Pidan perdón todos los culpables de crímenes, haya justicia transicional legalmente aprobada y quienes cometieron crímenes de lesa humanidad, no puedan ejercer cargos públicos ni menos legislar.
Me comprometo a denunciar toda presión extorsiva de particulares u organizaciones (o personas) al margen de la ley, o de organizaciones oficiales o de su personal.
Me comprometo a no financiar campañas de políticos o partidos con el propósito de beneficiarme con la contratación pública, con empleos, regalos, honores o prebendas.
Me comprometo a no usar mi poder económico para cambiar políticas de gobierno que beneficien o perjudiquen mis empresas, a mi familia, mis amigos, o mis ideas y proyectos.
Me comprometo a dar trabajo en mi empresa a aquellos colombianos que, desmovilizados del conflicto, quieran reinsertarse sinceramente a la sociedad. Entendiendo por sinceramente, el producto de una evaluación psicológica, ética y de capacitación, realizada por autoridades en la materia. Y que además aplique al cargo o contrato en igualdad de condiciones con otros que han permanecido insertos en la sociedad.
Me comprometo a que no utilizaré el calificativo de minoría, política, racial, de origen, credo genero, preferencia sexual, status social, o cualquier otro, para elegir, reconocer o aplicar, algún derecho. Que sólo me respalde el hecho de que sean gente. ¡Qué mayor dignidad y  razón de merecimiento!
Me comprometo a perdonar a quienes me hicieron daño, hayan confesado su culpa, entregado sus armas y deshecho sus organizaciones y se hayan acogido a la justicia concertada en un proceso de paz, o fuera de él.
Me comprometo a elegir, entre dos trabajadores capaces, a aquel que, en razón de su clase o etnia, tenga menos oportunidades de conseguir trabajo. Siempre y cuando haya quién determine fehacientemente, quién es el que tiene menos oportunidad.
 Me comprometo a preservar el medioambiente y de ¡trabajar! por remediar los daños que le hayan causado mis empresas. Trabajar no sólo. A remediar. O si se quiere a trabajar hasta que logre remediar el daño.
Soy capaz de reducir el tamaño de mis ambiciones económicas con tal de preservar las bondades de la naturaleza. Propongo cambiar por: Me comprometo a limitar el tamaño de mis ambiciones económicas y científicas al punto demostrado, que no causarán daño a la naturaleza.
Me comprometo a suscribir un pacto social que reduzca los riesgos ambientales de las explotaciones mineras. Propongo cambiar, reduzca por elimine.
Me comprometo a velar por la seguridad alimentaria de mi país y estimular la producción de alimentos. Como no todos los que firmaremos somos empresarios, dirigentes, ni ricos, le propongo cambiar velar, por colaborar activa y decididamente.
Soy capaz de aceptar que producción de alimentos agrícolas versus producción de agrocombustibles es una falsa disyuntiva: el combustible de los seres humanos es su alimentación. No se trata de ser capaz, ni de comprometerme a aceptar, desde de ya declaro que eso es así. Pues la vida es primero antes de lo que pueda parecer primero.
Me comprometo a incluir en los reglamentos de mi empresa y en mi vida familiar y personal la no realización y la prohibición expresa de toda práctica discriminatoria de la condición social, étnica, sexual, religiosa o política de mis trabajadores o prójimos. Y de abiertamente rechazarla de mis familiares, amigos y relacionados.
Me comprometo a intentar esforzada y seriamente ser justo sin que me lo ordenen los tribunales de justicia.
Me comprometo a denunciar al superior que me  ordene (u ordene a otros) actuar fuera de la ley.
Fui capaz de leer este inventario, no pensar que es una utopía y aceptar Que se le pueden hacer mejoras que se ajusta a lo humanamente posible. Y necesarias.
León Montoya Naranjo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario