domingo, 4 de enero de 2015

EL PASO DEL COMETA
                            A la tía Ángela

La vida es un cometa de una larga cola,
Pasa rauda por nosotros regando: lentejuelas, zafiros y destellos.
Es la vida una serpentina de colores que se va difuminando cuando pasa
y va dejando música y rocío.
A veces lágrimas, sudor en forma de cristales o lluvia que fertiliza lo que hacemos.
Esta vida que es un instante del existir con que nos han premiado,
no se agota con el paso del cometa por nosotros.
Continúa su elíptico danzar por sobre el tiempo entero,
sobre el espacio que se expande y se expande y siempre es nuevo.
Los cometas se acercan luminosos.
Su paso es esplendido y se alejan arrebatando en su tornado a algunos de nosotros.
Los que miramos sentimos las llegadas, las ausencias y las despedidas.
Pero una esperanza sembrada no sé dónde,
muy dentro de nosotros,
hace que siempre elevemos la mirada buscando la estrella más brillante.
Pues puede ser la estela del cometa que viene a recogernos
para llevarnos junto a aquellos que amamos
y que confiados esperan por nosotros.
Y juntos en novísima manera de existir,
seremos:
estelas de cometas,
lentejuelas,
brillantes cristalitos de vidas renovadas
ilusión en las miradas que en las noches estrelladas
esperan sorprenderse estremecidas
con la nueva llegada del cometa.



León M.N. Nov. 28 de 2014.

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