COMO UNIDAD
¿Se
podrá estar sin implicarse
y
al implicarse no comprometerse,
empeñarse
y no comulgar
con
objetivos, sueños, utopías…?
Quien
lo hace no crea vecindades.
Sólo
linderos, cercos y fronteras.
Muros
que separan,
pero
no tapias que respiran.
Quien
se implica, se compromete
Y
quien comulga sufre lo suyo y también lo del vecino.
Y
al implicarse pierde el sosiego pero encuentra compañía.
Hay
gente que en silencio invisibiliza las fronteras.
Y
aunque no estén siempre a tu lado
percibes
su abrigante compañía.
Hay
congéneres, vecinos o no.
Implicados
y comprometidos con la humanidad
y
con la vida.
No
precisan comulgar,
ni
que comulgues con sus sueños y utopías.
Cuando
te alegras tú,
se
congratulan ellos.
Y
cuando lloras,
harán
lo que puedan
para
alegrar tu día.
Hay
gentes de esas por ahí,
las
reconocerás si mirándoles los ojos les saludas.
León M.N. Dic. 29 de 2014.
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