domingo, 4 de enero de 2015

COMO UNIDAD
¿Se podrá estar sin implicarse
y al implicarse no comprometerse,
empeñarse y no comulgar
con objetivos, sueños, utopías…?
Quien lo hace no crea vecindades.
Sólo linderos, cercos y fronteras.
Muros que separan,
pero no tapias que respiran.
Quien se implica, se compromete
Y quien comulga sufre lo suyo y también lo del vecino.
Y al implicarse pierde el sosiego pero encuentra compañía.
Hay gente que en silencio invisibiliza las fronteras.
Y aunque no estén siempre a tu lado
percibes su abrigante compañía.
Hay congéneres, vecinos o no.
Implicados y comprometidos con la humanidad
y con la vida.
No precisan comulgar,
ni que comulgues con sus sueños y utopías.
Cuando te alegras tú,
se congratulan ellos.
Y cuando lloras,
harán lo que puedan
para alegrar tu día.
Hay gentes de esas por ahí,
las reconocerás si mirándoles los ojos les saludas.


León M.N. Dic. 29 de 2014.

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