POEMA
CON VOCACIÓN DE TANGO.
Abajo
el valle como de cristal azul oscuro.
La
luna va dejando pinceladas sobre los pedruscos.
Sombras
equinas pasean por la vega.
El
viento oculto entre las sombras cómplices
Sopla
la flauta que dejó escondida entre los pajonales.
Y
yo aquí, habitado de añoranzas
Detengo
la creciente del río que quiere
desbordarse.
Y
canto y sin quererlo despierto con el canto mis fantasmas.
Regresar
por los caminos que un día recorrí tan inconsciente.
Buscar
en otros brazos los abrazos y una boca que me bese.
Y
la compañía de los amigos que dejé sin despedidas.
Y
el calor de los fogones que de joven no estimé.
Y
una botella de vino que guarda aun dos tragos rancios.
Ir
vagabundo queriendo hallar el hilo de aquella melodía
Que
se perdió en el tiempo que fue y ya que no existe.
Abajo
el valle oscuro y sin camino de regreso.
Y
sabiendo que el futuro ya no es como el de antes.
León
M.N. Nov. 3/13.
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