RECOSTADO EN LA PORTADA

En procesiones lentas los recuerdos pasan.

Los envuelve una neblina de colores viejos.

Coros muy quedos recuerdan serenatas…

Fiestas… parrandos… romerías…

El viento seco de la tarde

Se arremolina en los zaguanes

Deja reminiscencias de fragancias

Aromas tibios… cocinas… cafetales…

Y las historias se interrumpen.

Se fugan personajes… lugares…fechas…

Aventuras…

Igual se desdibujan penas y alegrías.

Todo va tornándose sepia como retratos viejos.

Manchas de agua sobre las tapias cuarteadas.

¿De quién es el sombrero que cuelga del perchero?.

Recuerda un poncho, unas alforjas, un maletín de cuero.

¿Quién ha llegado?

¿De dónde brota ese perfume que hace que sonría…

Y esa voz que cuando habla es como melodía…?

Sus ojos se abren y la buscan y al encontrarse

Se abrazan sus miradas.

Las manos se entrelazan,

son fuerza, presencia, compañía.

Se disipan temores, el pecho se sosiega

y un breve sueño llega:

Los potreros… la vacada…

Relinchan potros y braman los becerros.

Sonrisas, risas, carcajadas…

Se abrazan los amigos y los niños juegan

Y al despertar tan solo queda

Llevado por viento el aleteo de las mariposas.

¿Qué es lo que suena:

Un tiple… un arpa… una guitarra…?

Y la mano lleva el compás

Y el pie como que danza

Y en su cara se dibuja una sonrisa

Y su mirada se serena

Y siente complacido

Que le rodea el amor

Con ojos adornados de rocío

Abrazos, besos, caricias…

Nombres difuminados…

Paisajes diluidos en estanques

Playas con olas que se alejan

Y un rojo sol se oculta entre las nubes.

A la Familia Vélez Zuluaga.

Con cariño.

León Montoya Naranjo.

Sep. 2012