EL
ESPANTO DE LA CUMBRE.
Todos los parroquianos que viven
camino del Encenillal o Mojones que se dejan coger de la noche, están expuesto
a encontrarse con éste personaje.
Luego de que el reloj de la
iglesia da la última de las doce campanadas y antes de que el badajo golpeen cuatro veces la campana, en cualquier momento puede aparecer este espanto, allí donde se
topa el camino de la Loma.
Es una llama azul con
forma humana y sus ojos chispean y crepitan igual que un fogón de bruja.
Cuenta Luis Guirales, un pichón
de cura de los años 50s, que un miércoles santo que bajaba muy calenturiento
para la Loma a buscar los favores de la Negra Blasina, no bien dobló la curva
al frente de la vieja cada de Abrahán Gil, lo vio que bajaba como de los
solares de las primeras casas de los Azulitos.
Sus destellos azulosos
hacían fosforecer toda esa platanera y sus ojos eran como un incendio, pero no
daban calor. Helaban hasta los huesos del más macho de los hombres.
Guirales se quedó
petrificado y nudo, sintió un ventarrón que se acercaba mientras se
agrandaba la figura de ese monstruo. Los oídos le chillaron tan fuerte que se
los tapó con las manos creyendo que le iban a estallar.
En un instante quedó
empapado de sudor y al mismo tiempo tiritando de frío, pues un helaje le
penetró todos los poros.
Sin que él pudiera mover un
solo dedo, esa enorme figura azul, fría y amenazante se le vino encima y lo
engulló.
Envuelto como quedó en ese
vaho que ya era sólo azul oscuro, muy oscuro, comenzó a sentir, gritos, chillidos,
gemidos y lamentos infernales. Primero lejanos y luego cada vez más cerca y
ensordecedores.
Invadido como estaba del
frío, ahora lo penetró una indecible angustia y un miedo que lo hacía llorar y
querer esconderse sin saber dónde. Se acurrucó como pudo. Se tapó la cabeza con
las manos y así, llorando como un niño lo encontraron: Jorge Montoya y Saúl
Betancur que madrugaron a caminar hasta Cuatroesquinas, para hacer ejercicio y
combatir el reuma.
León Montoya Naranjo
Sept.2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario