lunes, 13 de julio de 2015

REGUÉ EL TON

Hay una como música o estridencia vocinglera
Que ocupa el espacio del silencio.
lo arrincona, lo desaloja
hasta de los lugares sombreados y apartados
donde yo siempre lo busco y he encontrado
para contarle mis planes y mis cosas.

Cuando esos balbuceos cacofónicos hacen presencia
no basta que busque yo el silencio
ni aun debajo de mi almohada.
Invaden el entorno golpes de primitivas percusiones,
Tarareos monotónicos y arrítmicos
Como debió ser  ha muchos siglos,
La gestación de la primera melodía.

Me llegan sin quererlo
Y sin que yo pueda evitarlo
discordancias sonoras y chillonas
como aullidos de fieras moribundas
degradaciones de lo que pudo ser antes de ahora
alguna intención de arpegio o de tonada.

Esa esclerosis, artrosis o Alzheimer pentagrámico,
convoca a muchos que brindan y que brincan
en parkinsonianas convulsiones espasmódicas.
Y como es de esperarse en esos trances
terminan caídos por el suelo 
enajenados y locos bailarines.


León M.N. julio 12 de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario