lunes, 13 de julio de 2015

LOS BARROTES.

En buena hora los barrotes
que aun apresan mis demonios.
En buena hora la condena que les proferí,
que no cesa, ni se acorta.
Son centinelas que no cejan de cuidar
para que no se escapen  los malditos.
Bien logrado el silencio.
Bien habida la soledad del calabozo.
Y que pasen las horas sin que ellos se aperciban.
Ni su tic tac, ni el rumor de la arena
al vaciarse sobre el vaso de cristal que no se llena.
Bienaventurado su tiempo sin crepúsculos
y sin amaneceres.
Mi maldad debe permanecer ausente,
alienada, lapidada, tapiada, condenada.
Que sólo mi sonrisa mire de frente al sol.
Solo se abran mis ojos
cuando estén calmos, remansados.
Mis quijadas laxas, separadas,
mis puños abiertos como alas de palomas.
En hora buena los barrotes…
…En hora buena…

León M.N. julio 9 de 2017.


No hay comentarios:

Publicar un comentario