martes, 14 de abril de 2015


 IGNOTA

No podía creerlo
y menos aún haberlo imaginado:
Fuente a mí: La playa.
… blanca.
Y el sol en dorados destellando
… y un mar de azules
… de azules indecibles.
Olas que juegan o que danzan.
Empujan fuera:
Troncos lustrosos de maderas viejas
Y caracolas relucientes ya deshabitadas.
Y yo allí…
¿Y por qué yo el privilegiado?
Un sol tibio que luego se tornó en ardiente
hizo que me tendiera sobre la tibia arena
Y escuché el canto de las olas
Chillidos de gaviotas
Susurros de sirenas.
En una playa ignota y sola.


León M.N. abril 9 de 2015

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