lunes, 4 de agosto de 2014

PARTIDA

PARTIDA
En esa atmosfera brumosa que da el alba.
Porque claro, la ocurrencia precisa de un lugar para ocurrir.
Apenas se dibujan las ventanas.
Unas ataviadas de luces mortecina
Y una que otra con candiles temblorosos
A los que el frío se arrima a calentarse.
Algunas aun a oscuras pobladas de ronquidos
Y de sueños que libremente entran y salen
Y escriben otras vidas deseadas
O aquellas que arrepentidos dejaron olvidadas
Tiradas cual basuras en cunetas del camino.
Aprovechan el viento de la madrugada
Y sobre él, como viajando en tren les regresaban.
Y de pronto el corazón  galopa
Queriendo huir y sin lograrlo.
Los deja exhaustos sobre sus camastros
Sudorosos, agitados, confundidos. 
Y ella que parcamente proyectaba sombra
Sobre la nieve que al amanecer sería blanca
Pero ahora era gris y blanda
Y con sus leves pasos apenas si crujía.
Se fue alejando, o esfumando.
Sobre la tapia, o la cortina
O lo que fuera que se interponía
Entre el aquí y el allá
Y, por qué no,
Pienso yo…
Quizás el más allá.


León M.N. agosto 4 de 2014

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