POR QUÉ CALLAS
No necesito de reloj para saber
que ya han pasado la cinco de la
tarde
y aun no se hace noche.
Cómo retener esta luz que rápida se
esfuma.
Es de un dorado viejo como trigal
maduro.
Y cerúleo el domo
donde navegan barcazas de recuerdos.
Un viento seco recorre los caminos.
Las aves blancas se apresuran
Y son motas doradas sobre sus perchas
y en el espejo que las repite
sumergidas.
Invento una tonada que las abejas
zumban.
Delineo tu silueta en la nube que
danza.
Muere el sol ahogado en la laguna.
Y muero yo porque callas.
León M.N. Oct.2012.
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