PERTENEZCO
Ser poca cosa y unido
indesatablemente a la inmensidad del cosmos.
Parte soy de un todo tan
cercano y tan distante.
Tan diminuto en profundidades
y tan enorme en bastedades expandentes.
Algo tan grande estructurado en
nimiedades.
Un amontonamiento orquestado de
microbios.
Una gran luz que se forma de
un coro de luciérnagas.
El piélago profundo,
inmensurable, colmado por esta gota de rocío.
Ser parte de la coreografía
de las constelaciones que hoy hay
de las que están en gestación
y de las aun no pensadas por el impulso de la vida.
Soy fragmento de roca en la
arquitectura de la arenisca de la playa.
Revoloteo como una pluma al viento que arrastra el tifón de una parvada
migratoria.
Soy polvo del Sahara que
viaja cruzando el Atlántico para
encumbrar los Andes.
Soy un cristal de sal
disuelto en el océano.
Molécula de miel libada por
la abeja en una rosa.
Soy el tropiezo que encontró un
destello de la Vía Láctea
y proyecto mi pequeña sombra
en el desierto.
Soy un fonema en el largo poema
de la vida.
Soy poca cosa, pero soy el Do
en la canción del viento.
León M.N. Dic. 9 de 2014.
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