A
LOS EXCITABLES.
No es que hayamos
estado equivocados.
Es que hemos tenido
una corta visión.
Bueno, no sé si corta,
estrecha o reducida.
De todas formas no
hemos visto todo el panorama.
Buscamos el éxito, lo
cual es apropiado,
Pues buscar el fracaso,
a demás se ser inapropiado
Sería enfermizo y muy
equivocado.
Algunos logran ver el
éxito en el dinero
Y unos cuantos lo
consiguen.
Y lo consiguen a tal
modo,
Que no les alcanza
esta vida
Para disfrutarlo todo.
Y lo peor es que no
han podido cargarlo,
Para llevarlo con
ellos cuando han partido.
Otros lo ven en el
reconocimiento y el aplauso.
En la popularidad, el
estrellato.
Se condenan a sí
mismos a permanecer sonrientes,
Bien vestidos y
dispuestos al amor y la lisonja.
A desnudar su cuerpo y
su alma al reportero,
A la cámara y a los
reflectores.
No pueden, como yo, ir
por la calle hablando a solas.
Hay quienes, muy pocos
desgraciadamente,
Que lo creen encontrar
al acumular conocimientos.
Estudian, leen,
escuchan, e investigan.
Escriben, debaten,
enseñan y hasta pontifican.
Y a los que creemos
que ya lo han logrado,
Terminan por rebatir
nuestras creencias
Diciendo que solo
saben que no saben.
Nunca en la historia
de la humanidad
Hubo hombres tan ricos
como ahora.
Lo triste es darnos
cuenta
Que nunca hubo tampoco
tantos pobres.
Nunca hubo en la
humanidad
Tantos bellos,
artistas, cantantes,
Divos, divas,
trapecistas, ilusionistas, saltimbanquis.
Ni tanta soledad,
suicidios, y tantas lágrimas.
Nunca tuvo la
humanidad a tantos sabios.
Tantos inventos, tanta
industria y tecnología.
Nunca estuvo este
planeta tan amenazado,
Tan cerca de
desaparecer, junto con nosotros.
Pero por favor no
desfallezcamos
Tenemos que seguir
buscando el éxito.
León M.N. agosto de 1023.
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